
El estilo de conducción es una decisión muy personal, que sin embargo, tiene más influencia en tu bolsillo de lo que puedas imaginar. Hay quienes realizan una conducción más agresiva y quienes prefieren hacerlo de manera más uniforme y calmada. Y de esa forma de actuar al volante, depende en gran medida el consumo de combustible.
Para que seas consciente de en qué acciones puedes modificar tu comportamiento de cara a reducir dicho consumo, vamos a proporcionarte una serie de consejos que te ayudarán a lograrlo.
1) A la hora de arrancar, hazlo sin pisar el acelerador, y ponte en marcha de inmediato
2) Usa la primera para el arranque, y cambia de inmediato a segunda
3) Una vez en circulación, trata de mantener una velocidad uniforme, sin acelerones, tirones o reducciones bruscas. La conducción fluida es una manera eficaz de que el consumo de combustible se mantenga en unos límites razonables.
4) Respetando siempre los límites de velocidad, utiliza siempre la marcha más larga que sea posible, incluso en ciudad.
5) Anticípate a las situaciones, ya que de este modo limitas el número de maniobras bruscas que debes llevar a cabo
6) A la hora de frenar, levanta el pie del acelerador y deja rodar el vehículo. Luego pisa el freno y reduce la marcha lo más tarde posible.
7) Si te detienes, apaga el motor cuando la parada sea de más de un minuto. Recuerda que al ralentí, el motor consume entre 0,5 y 0,7 l/h, por lo que si realizas paradas frecuentes (por ejemplo, porque tengas que realizar algún reparto), apagar el motor en cada parada te supondrá un importante ahorro a final de mes.
8) Asegúrate de que neumáticos tienen la presión adecuada, ya que de no ser así se aumenta la resistencia a la rodadura y por consecuencia, el consumo.
Al margen de estos consejos, hay muchas otras pequeñas acciones que pueden ayudarte a reducir el gasto, aunque no estén vinculadas directamente con la conducción: llevar la mínima carga posible, evitar las ventanillas abiertas, usar el aire acondicionado sólo cuando sea imprescindible, usar aceites de calidad o mantener una correcta puesta a punto del motor son algunas de ellas.
Lo creas o no, aplicar esta serie de consejos puede ayudarte a que tu consumo sean un 15% menor del actual. ¿Por qué no lo compruebas poniéndolas en práctica?