
Ha comenzado el mes de septiembre y son muchas las personas que disfrutarán ahora de sus días de descanso. Si es usted una de ellas, le recomendamos que no pierda detalle de lo que le contamos a continuación.
Podemos decir que aún estamos en verano, por lo que es aconsejable tomar una serie de precauciones complementarias, ya que los rayos solares fatigan rápidamente los ojos del conductor afectando a su conducción, a la vez que elevan la temperatura del habitáculo produciendo tensión y nerviosismo, por ello:
Con SOL:
- Utilizar el parasol convenientemente inclinado formando visera de modo que proteja los ojos del conductor de la luminosidad directa de los rayos solares y permita ver sin dificultad la carretera.
- Utilizar gafas de sol, prestando especial atención con ellas a los cambios de contraste y luminosidad que supone el entrar / salir de túneles o atravesar zonas de sombra, en que un vehículo, peatón o cualquier obstáculo son menos visibles.
- Cuidar la opacidad de los parasoles adheridos a los cristales laterales o traseros del vehículo que pueden disminuir la visibilidad del conductor.
- Prestar atención a la conducción con luminosidad del sol muy intensa, pues se ven menos fácilmente los faros de otros vehículos (motos) y la señalización luminosa de la carretera.
Con CALOR:
- Encender el aire acondicionado del vehículo, o airear el habitáculo del mismo bajando las ventanillas y tomando la precaución de que los ocupantes no saquen por ellas los brazos o cabeza.
- Llevar bebidas frescas, no alcohólicas y hacer paradas más frecuentes a fin de hidratarse, airear el vehículo y relajarse.
- En las paradas procurar detenerse en zona de sombra y si es en sol, no dejar personas mayores, niños o animales dentro del vehículo.
- Vigilar y controlar la temperatura del motor del vehículo.
Según la Dirección General de Tráfico, es aconsejable circular con las luces de cruce encendidas durante el día, para ser visto mejor, y evitar la conducción continuada, parándose para descansar y recuperarse cada 2 horas.